divendres, 27 de desembre del 2013

¿Necesito un PLE?

Sí, necesito un PLE. De hecho llevo mucho tiempo creando uno sin ser consciente de ello. Empecé, ya hace casi 10 años, introduciéndome en el mundo de moodle. Éste me permitió crear y gestionar mi entorno personal virtual y con él empecé a torturar a mis alumnos pidiéndoles la realización de actividades con un formato nuevo. También a bombardearles con recursos extras a los que ya tenían: profesor y libros. Debo reconocer que inicialmente no produjo un gran motivo de júbilo entre ellos, pero mi obsesión no terminó aquí; también hice lo humanamente posible para que mis compañeros de trabajo cayeran en las redes de moodle. Uno a uno fueron cayendo todos y actualmente, en mi centro, tenemos su uso bastante generalizado a nivel de profesorado y alumnado tanto como herramienta de aprendizaje como de gestión del centro. Ahora mismo nuestro entorno virtual tiene vida propia y ya no me necesita demasiado. En parte debe ser por eso que ahora mismo lo veo como un sistema de aprendizaje rígido, cerrado y demasiado lineal. No reniego de él porque creo que su uso siempre le dará mil vueltas a la simple utilización de libros de textos, pero sí creo que con la llegada de las redes sociales y las herramientas de la web2.0, el solo uso de un entorno virtual no asegura la creación de un entorno personal de aprendizaje. Por tanto, el siguiente paso natural parecía claro: no tenía más remedio que introducirme en el mundo de las redes sociales; tenía que acercarme al enemigo con sus propias herramientas. Siempre me he resistido a facebook y por eso hace unos dos años creé una cuenta en twitter. No tenía ni idea de cómo empezar. Mi cerebro TIC no tenía la capacidad de adaptarse a un nuevo formato de recibir y compartir información, pero poco a poco fui entendiendo su funcionamiento. Ahora mismo es mi fuente principal de información y de relación con esta secta de frikis de la educación 2.0. También me he sumergido en el mundo de google apps y su red social asociada, google+. Pienso que la siguiente fase es torturar a mis alumnos y al profesorado con las múltiples posibilidades de tener un google apps corporativo para nuestro centro y que éste sea integrado como parte de nuestro PLE. Aún faltaría hablar del potencial y la necesidad de tener un portafolio, de la utilización de las infinitas herramientas de la Web2.0 y, lo que es más difícil, cómo integrar todo esto hasta crear un entorno personal de aprendizaje que permita al alumnado trabajar de forma autónoma y cooperativa, y que otorgue al profesorado el papel de facilitador en el no siempre fácil proceso de aprendizaje.